Con la primavera descubrimos nuestros pies y por eso es fundamental que estos luzcan perfectos.
26 huesos, 36 tendones y 19 músculos. Con esta estructura tan compleja los pies son capaces de soportar miles de pasos al día cargados de peso.
A pesar de ello, nos empeñamos en maltratarlos con calzado inadecuado, tacones demasiado altos, estrecheces… y nos olvidamos de su cuidado durante todo el invierno.
Ahora llega el calor y toca enseñarlos.
Así los pones a punto para lucirlos con tus sandalias y zapatos abiertos.
1. Lavar
Su limpieza diaria es muy importante. Es fácil que acumulen sudor, que favorece la aparición de infecciones y mal olor. Siempre es mejor hacerlo en agua fría, sobre todo en verano. Y debes secarlos muy bien, especialmente entre los dedos, para que no aparezcan grietas ni hongos.
2. Sumergir
Sumérgelos en un baño de agua jabonosa templada con sal durante 15 minutos, mejor aún si añades un producto específico como las pastillas efervescentes (en farmacias). Agrega también aceite esencial de menta (calma pies hinchados), de lavanda (relajante) o de romero (previene el sudor). O de argán, si realmanete están resecos y deshidratados.
3. Exfoliar
Para eliminar las células muertas y piel reseca que afean y entorpecen la eficacia de los productos hidratantes. Insiste en las zonas propicias a las durezas. Puedes hacerlo con exfoliantes específicos o bien haciendo tu propia mezcla casera mezclando sal gorda con crema hidratante. Otro truco que funciona es frotarlos con medio limón en cada ducha diaria. Verás como ayuda a que las durezas desaparezcan.
4. Limar
Después del baño es el mejor momento para usar la lima especial de pies o piedra pómez. No insistas demasiado para no dañar la piel; más vale hacerlo con cierta frecuencia que insistir mucho en el mismo día. Has de limar siempre en la misma dirección, tanto las uñas como las durezas de la planta del pie.
5. Masaje
Aplica un aceite de masaje o una crema untuosa e incide en la planta de los pies, la zona del talón y entre los dedos. Masajea con los nudillos de tu mano en la planta y ve presionando punto por punto la piel. Estira los dedos uno a uno.
6. Hidratar y nutrir
El mejor momento es justo antes de meterte en la cama (bajo el calor de las sábanas se favorece la penetración). Aplica una crema especial para pies secos desde el tobillo a los dedos, insistiendo en el talón (es la parte más seca).
7. Pintar
Utiliza los separadores especiales o ponte rollitos de algodón o papel higiénico enrollado entre los dedos para mantenerlos separados. Aplica base fortalecedora para las uñas y al menos dos capas de esmalte, mejor si es de secado rápido. Atrévete con colores fuertes. ¿Los de esta temprada? Verdes, coral, craquelados, dorados...
8. Refrescar
Siempre que lo necesites a lo largo del día, cuando te ardan los pies, utiliza un gel o spray refrescante (suelen contener menta o mentol). Notarás una agradable sensación de frescor inmediato y podrás repetir la aplicación las veces que quieras.
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